En la Edad Antigua: Arte Egipcio
Las características generales son: primero es una arte
exclusivo para la Iglesia y el Estado (en Egipto ambas cosas son lo mismo).
Ellos son los únicos clientes y los que marcan todo el estilo general. El
artista es un ejecutor anónimo, es un artesano que cumple unas normas
preestablecidas, no es un creador. En el arte egipcio no se estima la originalidad
sino la precisión con la que el artista realiza los encargos y la solidez de
éstos.
Por otro lado el arte es soporte de toda una iconografía religiosa y de poder. La imagen encierra toda una simbología que la exime de cualquier función estética. Se trata de transmitir el mensaje de la forma más clara posible. por eso nunca se liberaron de la imagen conceptual, de la técnica completiva por la que el retrato se compone de varios elementos mentalmente unidos y ópticamente incoherentes. Por eso también renuncian a la perspectiva, para dar más claridad al mensaje. Por eso en escultura la frontalidad es sagrada, con unas reglas fijas que se repiten. Pero la imagen símbolo debe ser también duradera, eterna, para ser buena. Siempre se prefiere macizo mejor que vano, las formas puras y geométricas que dan la visión de orden pero también son más duraderas, adintelación mejor que arcos, rectas mejor que curvas, soportes simples pero enormes, materiales sólidos y eternos, la piedra en vez del ladrillo, esculturas bloque, etc.
La escultura
El escultor en Egipto era un
personaje de segunda categoría (no así el arquitecto) por dedicarse a una
actividad manual y es siempre un personaje anónimo y sin iniciativa creadora.
Existían unas fórmulas que el artista debía acatar. La escultura en Egipto está
tan supeditada a la religión como la arquitectura y todas sus obras tienen un
carácter utilitario, una finalidad no estética, la belleza de las mismas es
algo secundario. La escultura egipcia es hierática, ceremoniosa, solemne. Las
figuras humanas respetan excesivamente las reglas de la etiqueta oficial.
Siempre se les representa de frente por respeto (frontalismo para dignificar)
si se trata de bulto redondo y con la cabeza de perfil si es relieve. Las de
bulto redondo padecen rigidez, estatismo, idealización, sin movimiento, sin
ningún sentimentalismo, sin pasión. Los brazos están pegados al cuerpo
(escultura bloque por razones técnicas y para perdurar, solidez), solamente hay
unos ojos artificiales de pasta vítrea para acentuar la profundidad de su
mirada. Se realizan en caliza, madera policromada y las más importantes en
granito y basalto. En cuanto al relieve suele ser un relieve bajo y policromado
que se consigue reuniendo el contorno de la figura (hueco relieve). No se
realiza ningún efecto de perspectiva, todas las figuras son del mismo tamaño
excepto las del faraón para subrayar su poder. Se utiliza la técnica
completiva: partes de frente como el busto y los ojos y partes de perfil como
la cabeza, las piernas y los pies. Las composiciones son siempre simétricas y
perfectamente ordenadas simbólicamente. Los temas van desde las escenas
cotidianas y los trabajos agrícolas hasta las grandes hazañas de los faraones,
siempre contadas seleccionando los principales momentos y secuenciándolos en
una hilera horizontal, uno detrás del otro. Se procura no dejar ningún espacio
vacío (horro vacui). (2007 De entre los ejemplos más importantes destacan las
esculturas de Rahotep y su esposa Nefret, del Imperio Antiguo y realizadas en
piedra calcárea pintada, las de algunos otros faraones como Kefrén o Micerino,
la de algunos escribas como el que se conserva en el museo del Louvre, datado
en la V Dinastía y de sólo 53 cms de altura.
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